La actividad del fondo radiactivo debida a la tierra se debe a la existencia de las
cadenas radiactivas
naturales y a la deposición de
contaminantes radiactivos en el
suelo. Estos principalmente son deshechos radiactivos y depósitos de
los contaminantes lanzados al aire.
La actividad de la tierra varía de lugar a lugar en el planeta
dependiendo de la concentración de minerales que contienen elementos
radiactivos naturales en el suelo. Los contaminantes artificiales
pueden ser encontrados en las
capas superficiales de suelo (Schleich, 1997) en casi todo el mundo
siendo mayor en el hemisferio norte debido que es aquí donde
mayor número de explosiones nucleares se han realizado. Los
principales contaminantes artificiales son: Cs,
Zr-
Nb,
Ru-
Rh,
Sb,
Ce (Finck, 1976)(Farouk, 1996.12)(Barišic, 1997).
La contribución de los rayos
provenientes de cadenas radiactivas naturales al
fondo es aproximadamente el 43% y la proveniente de fuentes artificiales es inferior
al 1% (Cuadernos Técnicos del Medio Ambiente, 1999.90).
La contribución del espacio se debe a los rayos cósmicos generados por múltiples
fenómenos en el universo.